El diagnóstico precoz de este trastorno es clave para evitar que el glaucoma siga dañando el nervio óptico del paciente, ya que estos daños son irreversibles y sólo con el tratamiento adecuado se puede ralentizar el avance de este mal, que suele acabar produciendo ceguera.
Gay Mary Verdon-Rose, investigadora del Hospital Oftalmológico Moorfields (Reino Unido) explicó las ventajas que aportaría el test Moorfields DMT, un sistema de detección de la reducción del campo visual que produce el glaucoma, y que permitiría evaluar al paciente desde un ordenador portátil.
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